Llueve y, el silencio se ha vuelto atroz.
Ya no quiero volver a hablar del tiempo.
Hoy no.
Pero:
Parece mentira que después de tanto hayas vuelto a mi sucia cabeza.
No.
Siempre estabas.
Me quedé con ganas de decirte todas las veces que debí gritar y no pude.
Quizá jamás me dejaron.
Te echo de menos y, no lo sé.
Todo es gris. Como antes de.
Todo es de hielo; creo que siempre tuvo que ser así.
La noche es larga, cielo. Y tengo miedo de querer volver a romper las ventanas. Contigo. Sin ti.
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